Fuente: Expansión / Fernanda Hernández Orozco
19 de Junio de 2023
El país europeo, que se vio obligado a acelerar su transición energética, ve en México socio clave para el desarrollo de energías limpias, como la eólica y la solar.
Alemania, uno de los países más poderosos de la Unión Europea, tenía una debilidad importante. Su sector energético era hasta hace poco muy dependiente de Rusia, un país que bajo el gobierno del presidente Vladimir Putin se ha vuelto cada vez más hostil con Occidente.
La invasión de Rusia a Ucrania, iniciada el 24 de febrero de 2022, vino a sacudir las fichas del tablero geopolítico. La respuesta de Estados Unidos, la Unión Europea y sus otros aliados del G7 fue, además de brindar un incondicional apoyo a Kiev, la imposición de una serie de sanciones para los sectores económicos más importantes de la economía rusa, incluido el energético.
Aunque un bloqueo total a las exportaciones de gas ruso no ha sido puesto en marcha, Alemania se vio obligada a buscar nuevos proveedores para la energía que su industria necesita para seguir operando.
“En Alemania, una de nuestras características principales, es que no nos permitimos hablar mucho de nuestros éxitos, sino más de nuestros problemas, pero debemos admitir que este fue un gran éxito”, dice Wolfgang Dold, embajador de Alemania en México, en una entrevista con Expansión “Hemos alcanzado hacernos independientes dentro de un año del gas, del petróleo y del carbón rusos”.
Ahora, Berlín no solo busca qué país pueda venderle los hidrocarburos que ya no obtiene desde Rusia, sino a socios para el desarrollo de las energías que serán claves para la transición energética, un tema urgente ante los efectos cada vez más pronunciados del cambio climático.
México, por su posición geográfica, pero también por la diversidad y riqueza de sus recursos naturales y ecosistemas, se posiciona como un país clave para que Alemania en este ámbito.
La energía, un sector en que Alemania tiene el ojo
Las empresas alemanas han hecho importantes inversiones en ramos de la economía mexicana. Varias automotrices, desde Volkswagen hasta BMW, han establecido importantes fábricas en varios estados. Además, la industria farmacéutica y química, representada por compañías como Bayer, también tiene una presencia importante en el país. Pero los germanos buscan más.
“Estamos muy listos para entrar aún más. En el sector energético, especialmente en el sector del hidrógeno verde”, dijo el diplomático alemán.
El hidrógeno es un combustible con cero emisiones de carbono, adecuado para grandes máquinas industriales, vehículos pesados y para la calefacción. Está en el punto de mira cuando los gobiernos buscan recortar las emisiones de carbono en momentos de altas temperaturas.
El hidrógeno verde es obtenido del agua mediante electrolisis, a diferencia del hidrógeno azul, más disponible, que los ambientalistas rechazan por venir del gas natural mediante un proceso que libera dióxido de carbono a la atmósfera.
“México es uno de los firmantes del Acuerdo de París. Es decir, hay un compromiso de acceder a esta meta definida”, recordó el representante alemán y señaló que las oportunidades en el sector de las energías renovables son muy grandes.
“Aquí sabemos y vemos muy claramente que hay un potencial enorme. Hay viento, hay sol, hay todos los requisitos para producir hidrógeno verde”, dijo.
El actual gobierno mexicano se ha mostrado resistente a la inversión en energías limpias y ha redoblado su apuesta por la producción de petróleo.
“Por supuesto, cada país tiene su propio marco energético y sabemos todos que la electrificación de un país o la introducción de hidrógeno verde no es una cosa que se realiza de un día al otro”, admitió el diplomático.
El embajador sostiene que estos cambios en las inversiones energéticas de su país obedecen a una cuestión medioambiental, pero también a un interés económico.
“Es una necesidad, lo último, porque sabemos exactamente que, por ejemplo, si quieres vender tus coches después de 2030 en los Estados Unidos, tendrás que producir coches de una manera verde. Es decir, no solo el coche debería ser verde, sino la producción también de eso supone un suministro suficiente de energía renovable para las fábricas, para la economía”, explicó.
América Latina: un continente que gana importancia para Alemania
En los últimos meses, varios representantes del gobierno alemán han visitado América Latina en un intento de estrechar los lazos con la región. El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, visitó México en septiembre de 2022. Olaf Scholz, actual canciller alemán, hizo lo propio en Argentina, Brasil y Chile en enero de este año.
“Latinoamérica es para nosotros, probablemente, el continente más cercano culturalmente, tradicionalmente, históricamente y económicamente de Europa y que necesitamos intensificar nuestras relaciones con Latinoamérica”, dijo el embajador.
Solo la semana pasada, la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania realizó una gira de trabajo por América Latina y dijo que el propósito era estrechar los lazos económicos con la región. Al igual que Dold, destacó la importancia del hidrógeno verde.
"Mi país, como uno de los mayores países industrializados, que en el pasado construyó su prosperidad sobre la combustión de combustibles fósiles, depende de este hidrógeno verde para el futuro de nuestra base industrial", añadió.
"El impulso de la economía del hidrógeno ocupa un lugar destacado en nuestra agenda", resaltó la activista ecologista y jefa de la diplomacia alemana, de acuerdo con la agencia AFP.
Argentina, Chile y Uruguay están apostando a la producción de hidrógeno verde.
El próximo, el 17 y el 18 de julio, se llevará a cabo una cumbre conjunta de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) y la UE en Bruselas.
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