La CFE emplaza a acreedores que rechazaron vender la deuda de Altán al 10% de su valor

Fuente: El Economista / Por Nicolás Lucas-Bartolo

09 de Agosto de 2024

La deuda total de Altán Redes para el año 2024 y sin contabilizar la oferta de CFE, asciende en moneda extranjera a 1,737 millones de dólares; cifra equivalente al 6.8% del presupuesto de la CFE, si bien la paraestatal ofrece pagar 173 millones para liquidar toda la deuda de Altán con sus acreedores.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) convocó a una reunión para los días lunes 12 y martes 13 de agosto a los acreedores de la empresa de telecomunicaciones Altán Redes que todavía no han aceptado que esa paraestatal les compre la deuda de Altán al 10% de su valor, como establece un plan bautizado como “Proyecto Quetzal”.

Altán Redes es un operador de servicios mayoristas de telecomunicaciones, que en 2021 cayó en la insolvencia financiera y que desde entonces se sometió a un proceso de concurso mercantil, del que en 2022 derivó la actual deuda con sus acreedores y que deberá abonarse en distintos periodos, entre los años 2033 y 2047.

Altán Redes es una red de telecomunicaciones sobre la que se soportan alrededor de 124 empresas de telefonía e Internet que le compran datos móviles para revenderlos por todo el país a personas de escasos recursos y porque su tecnología 4.5G LTE Advanced está habilitada para iniciar despliegues de servicios de conectividad en parques industriales en tiempos del nearshoring y lista para dispersar los programas sociales del nuevo gobierno federal y para además ser empatada con los planes satelitales del nuevo sexenio.

Altán, aún con un rescate del gobierno nacional, es todavía una empresa público-privada que explota la banda radioeléctrica de los 700 MHz en servicios móviles de Internet y hasta junio atendía de manera indirecta a 15 millones de mexicanos. Altán ambiciona ahora poseer la banda de 2.5 GHz para potenciar su red de Internet móvil y ofrecer servicios 5G, con lo que subirá el valor de toda la empresa.

De regreso a Proyecto Quetzal, a través de un correo electrónico, el despacho internacional que gestiona el proceso de compraventa de deuda, ofreció que en la mañana de esos dos días presentará una explicación de por qué es conveniente vender y los pasos que habrán de seguirse para obtener los pagos, en caso de que las empresas finalmente acepten desprenderse de la deuda de Altán, este año valorada toda en 33,000 millones de pesos.

Proyecto Quetzal colocó a los acreedores en tres tramos distintos, identificados como los tramos W, X y Y, y que establecen los montos y fecha de pago a los acreedores.

A la fecha, 13 empresas de 100 compañías reconocidas en documentos oficiales como acreedoras, entre matrices y filiales, han aceptado la oferta de CFE por la deuda de Altán.

La reunión se realizará vía electrónica y para entonces, los acreedores que se presenten a la sesión de Microsoft Teams deberán haber llenado previamente y presentar en ese momento dos documentos: El contrato marco de cesión onerosa de derechos de créditos y la carta de adhesión al contrato marco de cesión onerosa de derechos de crédito.

“Independientemente del

tramo en el que se

encuentren, toda la deuda

será adquirida a un 10% del

saldo (…) Aquellos

acreedores que todavía no

han manifestado su decisión,

les pedimos nos la hagan

llegar (…) Para los que decidan

aceptar la propuesta, tendremos

dos llamadas para explicar más

a detalle los siguientes pasos de

esta operación”, se lee en la

invitación a los acreedores.

La Comisión Federal de Electricidad cuenta en 2024 con un presupuesto de 493,000 millones de pesos o 26,400 millones de dólares, y ofrece comprar la deuda de Altán a los acreedores al 10% de su valor. La deuda total de Altán Redes para el año 2024 y sin tomar en cuenta la oferta de CFE, asciende en moneda extranjera a 1,737 millones de dólares; cifra equivalente al 6.8% del presupuesto de la CFE, si bien la paraestatal ofrece pagar 173 millones para liquidar toda la deuda de Altán con sus acreedores.

En uno de los documentos se lee que las empresas —en realidad 11 porque dos son filiales de una misma compañía—, habían aceptado una quita del 90% del valor de la deuda en el proceso de concurso mercantil de Altán del año 2022 y otras que aceptaron una quita del 70%, también en ese mismo proceso, por lo que las primeras se les pagará el 100% de la deuda contraída, que en realidad es el 10% de la deuda total original que tenían con Altán. A las segundas se les pagará el 33% del dinero que Altán les debe, con el mismo criterio de las primeras.

Entre esas 13 empresas se encuentran las firmas satelitales Hispasat y Axess Net Solutions México; las torreras Mexico Tower Partners, Centennial Tower México, Ren a Tower, y Ap Wip Towers de México; la empresa de conectividad empresarial Conex Telecom, también Servicomunicaciones Ingeniería y Construcción, Ufinet México y NTT Data México; y por último AT&T y dos de sus filiales.

A todas estas empresas, la CFE ofrece comprar su parte en la deuda de Altán en un total global de 38.88 millones de pesos (2.1 millones de dólares), con intereses incluidos. Como ejemplos, Mexico Tower Partners cobraría 21 millones de pesos y AT&T, en combinado con sus filiales, 262,000 pesos.

El resto de 87 compañías analizan o ya han rechazado aceptar una quita del 90% propuesta por CFE.

Estas compañías representan el 87% de los acreedores a los que CFE quiere comprar la deuda de Altán al 10% de su valor.

Entre ellas se encuentran Huawei y Nokia, las dos empresas de clase mundial que hicieron la red nacional de Altán en tiempo récord. A Huawei Altán le debe 955 millones de pesos y la CFE ofrece un abono total de 94 millones de pesos. Con Nokia la deuda asciende a 733 millones de pesos y CFE dispone de un abono de 73.4 millones de pesos. Altán Redes también debe mucho dinero en dólares a esas dos compañías.

Otros acreedores, por ejemplo, son Operbes de Grupo Televisa, AT&T, Megacable Holdings, American Tower, Marcatel, Totalplay y filiales de América Móvil y Telefónica, y demasiadas empresas locales o muy de nicho dentro de la muy particular industria de telecomunicaciones.

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